El BMC-Tag Heuer, doble campeón del mundo de la especialidad (2014 y 2015), dominó la contrarreloj por equipos que abría la Vuelta a España 2017 en Nîmes, como hiciera hace dos año en Marbella. El equipo suizo ya había sido involuntario protagonista de la carrera dos días antes por el anuncio del positivo del Samuel Sánchez. Sin el asturiano en sus filas, sustituido por el belga Loic Vliegen, el BMC mantuvo potencial para lograr la primera victoria de esta edición y para vestir con el maillot rojo a Rohan Dennis. Ahí hubiera estado seguramente Samuel, en el podio inaugural. Ese honor y esa foto se ha perdido.

Más allá de la lucha por la etapa, que Daniel Oss celebró con guasa con gestos taurinos, estaba el combate de fondo: la clasificación general. Como estaba previsto, el mejor de los gallos fue Chris Froome, que aventajó en 22 segundos a su teórico gran rival, Vicenzo Nibali, y en 26 a Alberto Contador, que se pegó un primer homenaje en la Vuelta de su despedida. Hay otros capos, a los que conviene no descartar sobre todo al inicio de la carrera, así que tomen nota: 8 segundos a Chaves y los Yates; 15” a Kruijswik; 24” a Zakarin; 32” a Aru, 37” a Bardet… Aunque si tomamos como referencia a Bob Jungels en lugar de Froome, debemos sumar tres segundos más, porque entonces sería el luxemburgués quien partiría como referente, como líder virtual. Jungels ha sido sexto y octavo en los dos últimos Giros, así que merece al menos esa mención. Ahí queda.

Noticia: as.com

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