A pesar del alarmismo que generan los accidentes ciclistas, las bicis sufren 0,9 accidentes por cada 100.000 recorridos frente a los 1,3 de los vehículos

El riesgo de sufrir un accidente en bicicleta en una ciudad es menor que las probabilidades de tener uno en coche: 0,9 por cada 100.000 recorridos frente a 1,3, respectivamente, según se extrae de los datos de los ayuntamientos de varias ciudades y de la DGT. Los ciclistas urbanos también corren menos riesgos que peatones o motoristas. “Cuando ocurre un accidente grave o mortal en bicicleta, el impacto mediático se exagera”, explica el arquitecto Iván Villarrubia, que forma parte del equipo de En bici por Madrid. “Es algo que se ha vuelto a hacer evidente esta semana tras la muerte del usuario de BiciMad arrollado por un camión en un carril bici de Madrid”, añade. Ese alarmismo sucede también en otras ciudades como Barcelona.

En 2015 murieron 441 personas en vías urbanas: 247 peatones, 194 ocupantes de vehículos y 10 ciclistas, según el último anuario publicado por la DGT. Tres de estas muertes ciclistas ocurrieron en Barcelona y todas se debieron al impacto de un vehículo. “Preocupa mucho la accidentalidad, sobre todo la de los más vulnerables: peatones, bicicletas y motos”, indican desde el Consistorio catalán. Por ello, el equipo de la alcaldesa, Ada Colau, se ha propuesto triplicar la actual red ciclista (pasar de 120 kilómetros a 300). Recuerdan que los desplazamientos en bici crecieron el año pasado un 14% (167.000 diarios): si hay más ciclistas, es lógico que haya más accidentes. “Pero hay que fijarse en que la tasa de accidentes por kilómetro recorrido se mantiene baja”, apuntan desde el Bicicleta Club de Catalunya (BACC).

En Madrid el número de bicicletas en las calles también ha aumentado: el Ayuntamiento madrileño maneja la cifra de 80.000 recorridos diarios (en torno a un 1% del reparto modal; Barcelona está en el 2%), aunque algunas asociaciones defienden que ya se superan los 100.000. “Como se realizan pocos conteos, no conocemos el uso real de la bicicleta en las ciudades. Sin saber cuánta gente está usándola, no se pueden dar datos tan fiables: un solo accidente puede disparar las estadísticas”, apunta Rubén Carbonero, ingeniero y estadístico, experto en movilidad y al frente del blog Mejor en Bici. Carbonero considera que el mapa de riesgos para los ciclistas urbanos varía por ciudades: “En urbes medianas es seguro. También en capitales como Valencia o Sevilla, cuyos Ayuntamientos han tenido en cuenta la bici. En Barcelona se están aplicando políticas para intentar disminuir el peligro. Igual que en Madrid, pero en esta última da más miedo porque, en muchos casos, te ves obligado a compartir espacio con los coches; dependes de que te respeten y, si alguien no lo hace, puede ser mortal”.

Compartir espacio en calzada inspira terror a muchos potenciales ciclistas. Pero los carriles bici segregados también generan inquietud en algunos pedaleantes. El accidente mortal ocurrido la semana pasada en Madrid —que actualmente cuenta con 195 kilómetros de vías ciclistas, entre las que se incluyen el anillo ciclista de 65 kilómetros que circunvala la urbe— tuvo lugar en un giro de la calle de Alcalá en una de estas infraestructuras. “En los carriles no se garantiza la seguridad”, cuenta Albert García, de Amics de la Bici, “porque en los giros los coches no pierden velocidad”. García lamenta que la mayoría de accidentes que ocurren en Barcelona se producen en estos carriles a causa del mal diseño de los mismos. “Se realizan infraestructuras rocambolescas con la intención de dar seguridad al ciclista y se les penaliza con carriles ineficientes. Es como si tienes a un tío disparando y pones chalecos antibalas al resto. ¿No sería más lógico pacificar la circulación de los coches?”.

Noticia:El País

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